miércoles, 21 de marzo de 2012

Ideas made in IKEA

Haciendo compañía a un familiar hospitalizado, aproveché algunas horas para leer unos capítulos de “La Historia de IKEA” (Ingvar Kamprad y Bertil Torekull – Ed. Actualidad Económica).
Es un libro autobiográfico de Ingvar Kamprad, el empresario fundador del Grupo IKEA. No es necesario presentar aquí la marca, ni la empresa ni sus productos. Han entrado en nuestras casas, como se dice coloquialmente, hasta la cocina. En él se cuentan las vicisitudes de un tenaz emprendedor, criado entre granjas, que a los 17 años ponía en marcha su primera empresa, de venta por correo, y que ha llegado a construir un verdadero imperio, con una facturación superior a 20.000 M€ y más de 120.000 empleados en 44 países.
No es lo más interesante conocer la maraña multinacional de empresas y fundaciones (nos perderíamos con ello) en que se ha convertido  actualmente IKEA, en parte para aprovechar de forma óptima las condiciones fiscales y de transmisión patrimonial en los distintos países, y en parte para preservar la marca y la idea de negocio.
Sin embargo, resulta más interesante tratar de entender el concepto o idea de negocio que el fundador ha grabado en el código genético de IKEA y que debe ser la razón fundamental por la que todos reconocen el posicionamiento diferenciador en el mercado.
Tan claro tenía Ingvar Kamprad el concepto de IKEA que, en 1976, redactó y publicó un texto titulado “El testamento de un comerciante de muebles”, articulado en nueve “mandamientos”, que constituye una verdadera biblia para el personal de la empresa. Y se resume así (juzgue cada cual, cliente u observador de IKEA, si responden a la realidad de sus experiencias):
1.       El surtido, nuestra identidad
La misión de IKEA consistiría en ofrecer un amplio repertorio de artículos de hogar, útiles por su forma y función, a precios tan bajos que puedan permitírselos la mayoría de las personas. Ámbito: todo el medio de la vivienda. Perfil propio, típico de IKEA y típicamente sueco, expresión de una manera de vivir más fácil, más natural, más libre. Funcionalidad y calidad técnica, adaptadas a los intereses del consumidor. Precio reducido, pero razonado, que no puede afectar a la función ni a la calidad.  
2.       El espíritu de IKEA
Fundado en el entusiasmo, el deseo de renovación, la actitud ahorrativa, la responsabilidad, la humildad ante los cometidos y la sencillez en el modo de ser. El trabajo no debe ser nunca un medio de vida. Sin entusiasmo en el trabajo desaparece un tercio de nuestra vida.
3.       Los beneficios son recursos
Para alcanzar los resultados necesitamos recursos. Sólo hay dos formas de obtener recursos, o bien gracias a los beneficios, o bien gracias a algún tipo de subvención. Toda subvención estatal procede de los beneficios que el Estado obtiene de algún tipo de actividad o a través de los impuestos que uno mismo ha de pagar. De modo que es mejor confiar en nosotros mismos a la hora de crear recursos económicos. IKEA los obtendrá vendiendo buena calidad a bajo precio, desarrollando los productos, vigilando el gasto, comprando mejor y reduciendo todos los costes
4.       Alcanzar buenos resultados con pocos medios
El despilfarro de recursos es un pecado capital en IKEA. Las soluciones caras a todo tipo de problemas suelen llevar la firma de personas mediocres. Ninguna solución es respetable antes de saber lo que va a costar. El despilfarro es más caro cuando afecta a cuestiones de la vida diaria, tales como: clasificar documentos que jamás vamos a utilizar, dedicar tiempo a demostrar que, pese a todo, uno tenía razón, posponer un asunto a la siguiente reunión porque no nos sentimos con ganas de asumir la responsabilidad en un momento dado, llamar por teléfono cuando podemos enviar una nota o un mensaje, etc.
5.       La sencillez es una virtud
Las reglas complejas conducen a la parálisis, la planificación exagerada es la causa más común de la muerte de las empresas, la sencillez fortalece, la gente de IKEA no se pasea en coches ostentosos en el trabajo ni se aloja en hoteles de lujo…
6.       Línea diferente
IKEA sigue su propio camino, se atreve con lo diferente. Le cosen los cojines en la fábrica de camisas y la de ventanas le proporciona buenas bases para las mesas, cobra más por los paraguas cuando hace sol y los vende baratos cuando llueve…Se resumiría en la pregunta “¿Por qué no?”
7.       Concentración de fuerzas: muy importante para nuestro éxito
No se puede hacer todo en todas partes al mismo tiempo y con el mismo nivel de intensidad. Si por concentrarse en una campaña publicitaria se desatiende temporalmente un asunto importante, como el sistema de seguridad, se resuelve exigiendo más honradez y lealtad a los colaboradores.
8.       Asumir responsabilidades: una ventaja
El miedo a los errores es la cuna de la burocracia, enemigo de todo desarrollo. Es una ventaja el derecho y el deber de tomar decisiones y asumir responsabilidades. Las personas mediocres suelen ser negativas, son las que invierten su tiempo en demostrar que no estaban equivocadas. Los fuertes suelen ser positivos y trabajar para seguir adelante. En IKEA, si nos roban un diseño, evitamos iniciar un proceso legal, puesto que eso es siempre algo negativo. Se resuelve al asunto mejorando el diseño objeto de la copia.   
9.       Casi todo está por hacer. ¡Maravilloso futuro!
“Sigamos siendo siempre un grupo de fanáticos optimistas”, que hacen posible lo imposible. Una empresa que considera haber alcanzado la meta, se estanca y pierde su fuerza vital. Una persona que, llegado el momento de su jubilación, piensa que ya ha hecho lo que tenía que hacer, se consume rápidamente.
 Los epígrafes son palabras textuales de Ingvar Kamprad, los resúmenes están extraídos del libro citado, usando sus propias frases.    

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